...entendiendo la necesidad de un bastón para el corazón...

viernes, 18 de febrero de 2011

Canción para reírse de uno mismo


Quiero escribirte una canción esperanzada y así acabo,
con mis poemas de amor desesperado.
Y aunque no sé si tus noches sean tan terribles, aquí voy,
no me encuentro, ya no se donde estoy.
La noche ya se cierra en mi,
y los murciélagos sobrevuelan mi cabeza.
Y te veo detrás, y te veo alejar tan lentamente
y te escondes donde no deberías estar.

Ya no puedo dejar de pensar.
Y ahora yo sólo quiero evitar
esta sensación de amargura en tu voz.
La única opción es escapar, una vez más.

Intento imaginar tus movimientos, pero sólo logro recordar
que no parabas de hablarme
de todo aquello que debía dejar atrás para conseguir
un poco de felicidad, y yo reí.
A carcajadas yo reí,
y te dejé marchar.

Ya no puedo dejar de pensar.
Y ahora yo sólo quiero evitar
esta sensación de amargura en tu voz.
La única opción es escapar, una vez más.

(Imágen: Ernst Kirchner)

domingo, 6 de febrero de 2011

Tango para un cometa




Miro un cielo de ti Cometa,
espero, y el tiempo se torna extraño,
fluye en cigarrillos, en bandoneones.
La noche grita, gime lastimada de tu luz.

Se dibujan puentes de palabras suaves,
los observo, los siento,
y de pronto todo es armonía;
un desorden armónico en tu voz.