...entendiendo la necesidad de un bastón para el corazón...

lunes, 31 de enero de 2011

Lejana luz



Te escucho, lejana, en blanco reclamo
de abrigo, de abrazo,
y surge como tempestad en mi,
una brisa, que viaja por los campos,
sobrevolando bosques, cruzando
mil ríos quizas, y siempre llegando
a cada milimetro de tu fría piel.
Te escucho, lejana, y el negro de la noche
no me permite tus ojos ver,
tiempo y espacio rompiendo el deseo.
Y al fin te escucho, silenciando
tu alma, escucho tu ausencia.
Desapareces en otras voces.

viernes, 28 de enero de 2011

Letargo


Despierto en esta noche, despierto de un infinito letargo.
Una voz me alerta, y no te encuentro, y no me encuentro.
Mis ojos en retrovisión se ciegan, no hay reflejo de luz alguna.
Un cajón se abre en mis manos, observo:
las fotos sepia desvanecidas, tu sobrero gris y tu vestido beige, ahora convertidas en cenizas.
Por momentos tu amor de brillantes,
o una tarde desaturada de edificio y luego la nada.
Ausencia total de respuestas.
Voy apagándome por dentro, si es que alguna vez supe arder.


lunes, 10 de enero de 2011

Ébano





















Palabras como dagas,
que entre luces y sombras
intentan suavidad sin destino.

Un deseo de expresión, de impresión,
de sensaciones que se internan
en una profundidad negra,
de ébano, helada y sombría.

Una profundidad que intento
transformar en noche
incolora o gris,
tintas sin valor
cuando con su filo,
es desgarrada por cometas
que brillan fugaces,
pero siempre en resplandor eterno.

sábado, 8 de enero de 2011

Espera



Esperar, verbo maldito si los hay.
La espera, dulce arder del tiempo,
del espacio siempre vacío.

Los minutos son deseo,
tus besos, tu sexo,
lejanos, sin embargo queman.

Tu voz vuelve,
recuerdos, gemidos,
tus dedos, éxtasis de invasión.

Te veo, en movimientos
de ensueño y placer,
te veo y luego la calma.

Calma que se hace aroma,
a reavivación, irrefrenable,
juntos, invasión, nueva calma.