...entendiendo la necesidad de un bastón para el corazón...

jueves, 15 de abril de 2010

Mentes débiles


Ella, una esquizo hermosa, de mente demasiado débil, espiritual. Yo, tan sólo esperaba no ser yo. Mucha gente extraña, mucho vino. Por suerte el ruido desapareció rápidamente, y nos vimos recostados sobre su cama jugando a ser amantes sin amor. Su sonrisa era tan cruel, tan vacía; pero yo no pude resistirlo y el juego se hizo realidad, aunque sólo para mi. Y entonces la suciedad no dejaría nunca de ser suciedad y el amanecer se hizo esperar demasiado. Un día más, vodka, poca luz, tango y la espera, maldita. Un libro sobre la mesa: erecciones, eyaculaciones, exhibiciones; y la música que sigue acá. El humo se mezcla en un reloj, en mi vaso, en mi cabeza. No puedo borrar el recuerdo de tanta basura derramada, sin intención creo (o espero), sobre mi alma; pero escribo y bebo, demasiado tal vez, tanto como se hace esperar el amanecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario